¡LO TIENES QUE SABER ANTES DE JUBILARTE!

La jubilación es uno de los momentos más relevantes en la trayectoria laboral de cualquier persona, pues marca el paso de la vida activa al disfrute de una pensión basada en las cotizaciones realizadas a lo largo de los años.

La legislación española establece distintos tipos de jubilaciones en función de la edad, los años cotizados y las circunstancias personales. La más habitual es la jubilación ordinaria, que se produce al alcanzar la edad legal fijada (en constante aumento progresivo en los últimos años) y acreditar un período mínimo de cotización, normalmente vinculado a 37 o más años para poder acceder al 100 % de la base reguladora.

Sin embargo, existe también la posibilidad de la jubilación anticipada, ya sea de forma voluntaria o motivada por causas objetivas (despido, reestructuraciones de empresa o profesiones con condiciones especialmente duras). En el primer caso, el trabajador asume la aplicación de coeficientes reductores que merman la cuantía final de la pensión, mientras que en el segundo los requisitos pueden variar en función de la situación particular.

Otra modalidad muy interesante es la jubilación parcial, que permite combinar el cobro de una parte de la pensión con un trabajo a jornada reducida, siempre que se cumplan los requisitos de edad y la empresa formalice un contrato de relevo para el sustituto. Del mismo modo, la jubilación flexible posibilita que un jubilado total decida reincorporarse al mercado laboral con una actividad parcial, reduciendo temporalmente su pensión.

Todas estas variantes exigen un análisis pormenorizado de la vida laboral, las bases de cotización y las expectativas personales para evitar cualquier error en la tramitación. Desde el punto de vista empresarial, la correcta gestión de las jubilaciones cobra una gran relevancia para planificar la sucesión de puestos y atender las necesidades de personal con fluidez.

Además, es crucial conocer cómo se calcula la pensión según la base reguladora, pues el INSS tiene en cuenta los años cotizados y los períodos de cotización más recientes. Del mismo modo, los trabajadores deben estar atentos a las nuevas reformas de la Seguridad Social, ya que suelen modificar la edad de acceso y los coeficientes reductores.

Revisamos el historial de cotizaciones, solventamos posibles incidencias en la vida laboral y realizamos los cálculos necesarios para anticipar la cuantía de la pensión, considerando los posibles suplementos o penalizaciones. Asimismo, si el trabajador decide recurrir en vía administrativa o judicial una resolución que no se ajuste a sus derechos, nuestro equipo cuenta con la formación y la experiencia para representarlo con las máximas garantías.

Con un buen asesoramiento legal, no solo se evitan retrasos y errores en la concesión de la pensión, sino que también se logra la tranquilidad de saber que el fin de la vida laboral estará acompañado de una protección económica adecuada a los esfuerzos realizados durante años de trabajo.

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